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El velocípedo: la bicicleta que conquistó el siglo XIX

El diseño que ves aquí no es una simple bicicleta antigua: es el velocípedo, también conocido como bicicleta de rueda alta o penny-farthing, y representa uno de los capítulos más fascinantes en la historia del ciclismo.
Un invento audaz de otra época
Este modelo apareció por primera vez en la década de 1870, y su característica más notable era la enorme rueda delantera, que podía alcanzar hasta 1,5 metros de diámetro. Cuanto más grande era la rueda, más distancia se recorría por cada pedalada, lo que lo hacía ideal para desplazamientos rápidos… aunque no precisamente seguros.
El velocípedo fue una evolución del modelo llamado «boneshaker» (sacudidor de huesos), inventado en 1869, que tenía ruedas de madera con llantas de hierro. La versión de rueda alta ofrecía un viaje algo más suave, pero aún así estaba reservado para los más valientes: no tenía frenos modernos, y una caída desde esa altura era bastante peligrosa.
¿Por qué se llama penny-farthing?
El nombre viene de las antiguas monedas británicas: el penny (una moneda grande) y el farthing (una pequeña). Vistas una al lado de la otra, recordaban el contraste de tamaño entre las ruedas del velocípedo.
Más que un transporte: un símbolo de época
Durante la década de 1880, estos velocípedos eran todo un símbolo de estatus entre los caballeros. Participaban en carreras, paseaban por parques y eran admirados por su elegancia. En aquel tiempo, montar uno requería habilidad, equilibrio y coraje: había que impulsarse desde un pequeño escalón trasero para subirse a la rueda delantera.
De los caminos al diseño infantil
Aunque fueron reemplazados hacia 1890 por las bicicletas de seguridad (con ruedas iguales y cadena trasera), el velocípedo sigue vivo como símbolo nostálgico y decorativo. Por eso lo hemos elegido para estampar nuestras camisetas infantiles: no solo por su estética vintage, sino por la historia que transmite.
Cada camiseta con este diseño es una forma de llevar una pequeña lección de historia sobre ruedas, despertando la imaginación y la curiosidad de los más pequeños.